[Entrevista] Pilar Marín, magistrada: «Leyendo `Matar a un ruiseñor´ me enamoré de las leyes»
El hábito que comenzó por imitación -al ver a su padre leer-, se transformó en una rutina propia. Hoy, la lectura le permite vivir múltiples historias y olvidarse del mundo. Para Pilar, magistrada y ávida lectora de Dickens y Galdós, abrir un libro equivale, simplemente, a sentirse feliz, un atributo que multiplica su valor en tiempos de coronavirus y encierro en casa. ¡Pasa y lee!
Continuamos con nuestras entrevistas a personas vinculadas con el mundo del libro. Hoy nos acompaña en el blog la juez Pilar Marín, quien comparte sus preferencias librescas mientras transcurre este particular mes de marzo en el mundo. Pilar es de Cazorla (Jaén) y vive en Castalla. A su gusto por los libros suma la música, la cocina y los crucigramas. Como todos los amantes de la lectura, tiene un libro que ha dejado huella en su espíritu. ¿Quieres saber qué título recomienda para hacer más llevaderos estos días caseros? ¡Vamos a conocerla!
¿Recuerdas el primer libro que leíste?
“Cuentos de Oscar Wilde”, de Aguilar, rojo, en piel y filos dorados, edición de bolsillo. El Fantasma de Canterville me subyugó.
¿Cómo nació tu afición por la lectura?
Mi padre fue un gran aficionado. Siempre estaba comprando libros o leyendo. Supongo que comencé por imitación y luego nació el interés por todas las aventuras e historias que guardaban los libros de casa.
¿Qué género de literatura prefieres?
Biografías. Novela costumbrista y teatro.
¿Qué libro ha dejado en ti una huella imborrable y por qué?
“Servidumbre Humana” de Somerset Maugham. La leí demasiado joven. Me impresionó porque por primera vez comprendí que en el mundo había miseria y ruindad gratuita. Me encogió el corazón.
¿Hay un libro que siempre recomiendas?
Sí. “El último encuentro”, de Sandor Márai.
¿Y qué libro sugieres para estos días de confinamiento?
“Los papeles póstumos del Club Pickwick”, de Charles Dickens. Es divertida, sutil, satírica y extravagante. Un buen acompañante en estos tiempos.
¿Tienes un autor favorito?
No tengo un autor favorito. Tengo uno en distintas épocas. En mi infancia: Oscar Wilde; en la adolescencia, Blasco Ibáñez; luego pasé a Jardiel Poncela, Muñoz Seca, Alfonso Paso, Carlos Arniches, los hermanos Álvarez Quintero. El teatro leído fue un gran compañero en la Universidad. Cuando nacieron mis hijos me aficioné a novelas policíacas y, por supuesto, a Agatha Christie, a la que vuelvo siempre. Hace diez años, con la enfermedad, descubrí Los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdós, autor maravilloso. Durante meses me acompañaron con Dickens. Se convirtieron entonces en mis autores preferidos.
Entre los favoritos, ¿cuál eliges y por qué?
El mejor para mí es Pérez Galdós, pero me debato entre ambos (Dickens y él). La razón es la misma: son maestros en describir el alma humana, los sentimientos y emociones de sus personajes. Me hacen vivir sus historias y olvidarme del mundo.
¿Qué libro has empezado y no has podido terminar leer?
“A la búsqueda del tiempo perdido” de Marcel Proust. Lo compré con 18 años. No lo he terminado y eso que está muy bien escrito, pero siento tedio cuando llevo veinte páginas.
¿Cuál es tu eterno libro pendiente?
El que no he comprado. Soy ávida compradora.
¿Qué significa leer para ti?
Vivir otras vidas, olvidarme de problemas y sentirme feliz.
¿Dónde lees?
En la cocina mientras desayuno y en el salón, siempre que tengo tiempo.
¿Papel o e-book?
Papel siempre. ¿Por qué? No me acostumbro a no pasar manualmente las páginas; el e-book de vez en cuando se bloquea unos segundos al cambiar de página o avanza más de lo que corresponde y me pone nerviosa.
¿Un personaje literario inolvidable?
Atticus Finch, el abogado de “Matar un ruiseñor”, de Harper Lee. Me enamoré de las leyes leyendo ese libro. Es el paradigma de la rectitud e integridad. Un hombre que se viste por los pies, como decimos en mi tierra.
¿Tienes alguna manía o rito al leer?
Ninguna. Puedo leer en cualquier sitio, con ruido o sin él. Me aíslo totalmente leyendo.
¿Hay un libro al que te gustaría entrar para vivirlo?
“La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey”, de Mary Ann Schafer. Sería intensa y divertida la experiencia.
¿Cuántos libros tienes?
Me pones en un brete. No lo sé. Muchos, pero no los suficientes.
¿Qué estás leyendo ahora mismo?
“El alma se apaga”, de Lajos Zilahy.
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Gracias, lectores, por acompañarnos en el blog de nuestra librería itinerante. Espero que durante estos días de permanencia en casa no os falte la inigualable compañía de un buen libro.
¡Nos vemos pronto!