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Anécdotas De Librera: Nuevas Historias Con Lectores Para Despedir 2021

Anécdotas de librera: nuevas historias con lectores para despedir 2021

Este año ha sido histórico para el mercado de los libros: después del confinamiento, el interés por la lectura ha crecido y el libro de papel ha demostrado su fortaleza. Salió en las noticias del sector editorial y lo comprobamos en la asiduidad de los lectores.

En nuestra librería itinerante, las visitas son constantes, con cierta mejora respecto a otros años. Jóvenes y adultos; mujeres y hombres por igual, se acercan a las mesas para elegir lecturas y regalarnos momentos de alegría, reflexión y sobre todo, mucho compartir sobre lo leído y lo que se quiere leer. Ese interés es lo que más disfrutamos.

Para cerrar este cuarto año de aventura libresca, he reunido más anécdotas de librera. Son nuevas historias con lectores para despedir 2021 que nos motivan a continuar. También nos reafirman que una librería es un espacio de intercambio y complicidad y que el libro de segunda mano mantiene vivo su encanto y sus seguidores.

¡En 2021 todos celebramos que el hábito de la lectura crece y se consolida y yo os agradezco, queridos lectores, que sigáis allí, apoyando a la #libreríaitinerante!


(1)

José es un cliente habitual. Suele comprar novela histórica y libros de historia en general. Un día, después de mirar largo rato, hace el gesto de guardar las gafas en su estuche y de retirarse con las manos vacías. En ese momento le acerco un ejemplar que no ha visto de España en democracia 1975-2000, de Charles Powell. Lo mira y dice: “No, gracias, eso ya lo he vivido”.

(2)

Una chica elige Jane Eyre y sonríe mientras nos explica: “Me gustan las historias donde las mujeres sufren y luego salen adelante”.

(3)

Sonriendo abiertamente, un hombre se detiene frente a las mesas y confiesa con voz ronca: “Al verte me emocioné porque pensé que era una ficción: ¡hay alguien vendiendo libros en el mercadillo!”

(4)

Diálogo con una mujer:
-Hola, ¿aceptas donaciones de libros?
-Hola, sí.
-Es que mi marido tiene tantos libros que ya la estantería del salón se ha caído tres veces. La verdad no sé qué hacer. Pensaba dártelos.
-¿Él lo sabe?
-No, ¡pero es que ya no caben en casa!
-Creo que no le va a gustar que los regale sin decirle.
-Bueno, me lo pensaré. Él tiene, lo que yo llamo “exceso de cultura”.

(5)

Un niño pequeño, de unos tres años, se impulsa sobre la punta de los pies para mirar los libros infantiles.
-¿Qué libro quieres?, le pregunta la madre.
Él no contesta y sigue observando las cubiertas. Transcurridos unos segundos, ella insiste:
-Dime, ¿cuál quieres?
-Uno amarillo.

(6)

Pasa un hombre caminando frente las mesas, sonríe y dice: “benditos los libros”.

(7)

Después de pasar un rato mirando los libros, una mujer admite con pesadumbre:
“Ahora mismo no estoy leyendo. El asqueroso Facebook me tiene enganchada. Que son chorradas, lo sé, pero qué hace uno, lo siento”.

(8)

Tiene la mirada fija en los libros, el gesto triste y la voz es poco más que un susurro. Es una mujer mayor.
-Antes de casarme tenía muchos libros pero, mi marido me los quemó.
Del asombro casi no me salen las palabras. Después de un instante le pregunto:
-¿Y usted qué hizo?
Se encoge de hombros.
-Nada. No lo dejé por los niños.

(9)

Una mujer llega a las mesas y empieza a mirar los libros. Señala uno y pregunta:
-¿De qué va este? Le digo que es una novela negra y que el punto de partida es un crimen. Hace un gesto de negación con la mano. Coge una biografía, lee la contraportada y declina:
-No, no quiero enterarme de la vida de nadie.
Señala un tercero y me pregunta si lo he leído. Le digo que no, pero empiezo a leer el sumario en voz alta: Una mujer y tres hombres…
-Ese. Quiero ese.

(10)

Es una clienta que viene con frecuencia. Nos saludamos y me regala este comentario:
“Tú sabes que tengo muchos libros, pero quiero otro, por si acaso…”

(11)

A la vista de los libros, mientras recorre las mesas, una mujer nos dice:
“Para la soledad no hay nada mejor que un libro”.

(12)

Cosas que pasan en noviembre:
Una señora se aproxima a la mesa y se detiene abruptamente. Parpadea y exclama:
-¡Ah, es que son libros!
-Sí, ¿qué pensaba que eran?
-Es que desde lejos parecen turrones.

–/–

¿Te gustan estas historias breves? ¿Qué opinas sobre el aumento de los hábitos de lectura después del confinamiento? ¿Lees más ahora que antes de la pandemia?

Te espero los fines de semana en nuestra librería ambulante en Alicante: ¡vamos a Jijona, Onil, Castalla y Torremanzanas y publicamos la agenda en nuestras cuentas de Instagram y Facebook!

Nada como compartir un rato diferente rodeados de libros de ocasión. ¡Allí nos vemos!

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